Todo bien, todo legal: abril 2010

El domingo pasado me levanté temprano, tipo 10 y el día estaba soleado, daba para aprovechar la mañana, caminar un poco y tal vez tomar algunas fotos, entonces se me ocurrió ir al Hipódromo de La Plata ya que tiene una arquitectura "retro-futurista".
Agarré el equipo, me puse los auriculares con Yello sonando y emprendí rumbo hacia la zona de la Estación de Trenes.
Llego a una de las entradas y estaba cerrada (primer apague entonces un tipo que caminaba por ahí me dice que era por la otra entrada. Camino unos 300 metros más y llego a la entrada que sí estaba habilitada, custodiada por dos buenos hombres que tomaban mate y les pregunto si había carreras, "Sí" fue lo único que respondió y se olvidaron de decirme que comenzaban a las 2 de la tarde. En fin, sigo caminando y el panorama era desolador, no pasaba nada de nada, mucho mejor, podía fotear sin que nadie me moleste, hasta que me dispongo a realizar la primera toma. Un puesto de panchos cerrado, un árbol medio seco, un tacho de basura y escucho "che flaco, no se puede sacar fotos". Un frío extremo recorrió mi espalada y sentí un bajón de presión terrible. Me doy vuelta y un cana apoyado contra una pared me hacía señas con el dedito y se me acerca "no flaco, no se puede sacar fotos", entonces le digo que yo había visto muchas fotografías del Hipódromo y que entendía que sí se podía, entonces de muy buena manera me respondió que sí, se podía pero del "otro lado" (léase en la pista). -Tenés que pedir autorización. Fijate, seguí ese camino, seguís por la curva y ahí hay un lugar donde se piden". Ok, comencé a caminar muy fastidiado. Sigo por el caminito, doblo la curva y luego de unos 3 minutos de caminata me doy cuenta que había una casita donde alquilaban canchas de tenis y nada tenía que ver con la administración o la oficina de "autorizaciones para fotografías".
Todo bien, todo legal, respiré profundo, cambié de música y me volví al departamento con sólo 1 foto de la fachada del Hipódromo de La Plata.